28 de Septiembre
Una vez en Hong Kong, nos faltaba el último tramo en avión, que hicimos en cerca de 2 horas llegando a nuestro destino Shanghai a las 11 y media de la mañana. En el aeropuerto nos recibió el cónsul de España en Shanghai y nos dio la bienvenida a todos.
Nos esperaban un grupo de voluntarios que nos acompañó hasta la zona de recogida de equipaje, no sin antes ver alrededor de 20 chicos que estaban organizando nuestras maletas y bultos que nos acompañaban y que llevaron hasta unos furgones de transporte que las harían llegar al hotel. Estaba preocupado por lo que iba a pasar con las bicicletas y en el estado que llegarían, pero no hubo problema alguno aparente y recogí las mismas en el hotel.
Del aeropuerto, nos llevaron a un pabellón donde recogimos las acreditaciones y degustamos de bebida y fruta, a la vez que nos quitábamos la humedad que se respira el ambiente, que llega en torno al 80%, haciendo que no parásemos de sudar, sobre todo yo.
Una vez que llegamos al hotel, nos esperaban un comité de bienvenida, compuesto por un grupo numerosísimo de voluntarios y todo el personal del hotel que nos recibió como un grupo de famosos, sin parar de hacernos fotografías, algo que nos impactó a todos bastante.
Después de una guardar las bicis en mi habitación y darnos y buena ducha después de dos días, bajamos a cenar, con los efectos del viaje y sin dormir apenas, pero con ilusión y con muchas ganas de ver lo que nos deparaba.
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